Tengo mil amigos
Tengo mil amigos,
sus nombres ignoro;
yo quiero ignorarlos, nadie me los diga
que Olvido es mi dueño y Olvido es celoso.
Mil amigos tengo;
di con un camino,
di con un camino que saben los pájaros,
camino que lleva del alma a lo íntimo.
Mil amigos tengo;
jamás a mi vera
pasaron algunos y otros aun pasando
no me reconocen y libre me dejan.
Si algunos rozando
mi mano dijeron
su nombre, al instante creí haber soñado
y a mi dueño dije: “No temas, fue el viento.”
Y es dicha de veras
tener mil amigos,
ser ave en la selva y desde la selva
música silvestre dar al peregrino...
Tengo mil amigos,
sus nombres ignoro
y es dicha ignorarlos; nadie me los diga,
nadie me los diga: mi dueño es celoso...
Poema de Vicenta Castro Cambón
Poetísa argentina, nació en Morón, Buenos Aires, el 28 de septiembre de 1882 y murió el 7 de Mayo de 1928 en Morón.
Viéndolas parece que estás en otro país. Pero qué bonitas son, y representan verdaderamente la soledad del peregrino. Tú, la mochila y el camino, atravesando esas tierras tan misteriosas como bulliciosas a veces. Cada vez estoy más convencido de que quiero hacer el camino.
ResponderEliminarGracias Cristóbal, se las ganas que tiene de hacer el camino, lo vas a disfrutar, lo vais a disfrutar, seguro.
EliminarCon tus fotos me has devuelto al camino, he vuelto a revivir mi encuentro con Avellanosa y ese ermitaño que nos espera cada primavera para sentir el verdor de los campos, el trinar de los pájaros, el olor a naturaleza, y la marcha de los peregrinos.
ResponderEliminarCon tus fotos me has devuelto al camino, he vuelto a revivir mi encuentro con Avellanosa y ese ermitaño que nos espera cada primavera para sentir el verdor de los campos, el trinar de los pájaros, el olor a naturaleza, y la marcha de los peregrinos.
ResponderEliminarGracias Andrés, me alegra que me digas eso, como buen peregrino que eres es todo un halago.
EliminarNada más visitar tu blog, me dije: lo mejor que vaya a ver hoy habrá sido este bellísimo poema de Vicenta “Tengo mil amigos”. Alimenta el alma su lectura!! Luego empiezo a ver el vídeo escuchándolo con el volumen medio-alto, y me olvido de “Tengo mil amigos”. Claro, cómo no, el Detalle de Antonio en toda foto suya también me alimenta el alma. Y me doy cuenta que hoy es un día de suerte doble para mí por leer a Vicenta y ver el Detalle de Antonio.
ResponderEliminarYo, por mi condición de ciclista, ni veo ni oigo peregrinaje a pie en ellas; viendo los caminos, senderos y calles solo siento el rodar de bicis con alforjas y, como también le sucede al peregrino de a pie, huelo, oigo y siento el paraje.
Una vez terminado de visualizar el vídeo paso a ver las mismas fotos, pero ya no veo en éstas los grises y sombras que tanto me gustan. No sé, por no saber, qué les haces para hacerlas diferentes siendo las mismas. Mi preferida la última: la catedral de noche en el vídeo. La música excepcional.
Felicidades y enhorabuena por este trabajo “Caminando el camino” .
Un abrazo. Cristóbal Vázquez.
Me alegran enormemente tus palabras Cristóbal, pero más me alegra ver que te motiva y te hace pensar en conocer nuevos caminos, andando? En bici? En coche?, Que más da, lo importante es esas ganas de conocer nuevas gentes, nuevos paisajes, otras costumbres. Gracias y ya mismo estamos encima de nuestras bicis haciendo camino. Un abrazo.
ResponderEliminarMuy bien ilustrado el Camino. Como siempre, tus imágenes cuentan mucho.
ResponderEliminarComo te dije a través de Facebook no puedo hacer mejor comentario que este: si un fotógrafo naturalista como tú, da su visto bueno a este tipo de fotos, es algo que no tiene precio. Gracias Sebi.
EliminarEste comentario ha sido eliminado por el autor.
ResponderEliminar